Responder al instinto -Libre-

una chica de castaños cabellos se encontraba corriendo por las calles cubriéndose con una bolsa la cabeza, mientras corría pudo sentir como las gotas de lluvia mojaban su vestido haciendo que este se pegara a su cuerpo y por tanto sintiera mas frío, al ver que la lluvia no paraba y no bajaba, así que decidió resguardarse en un kyosko cerca seguro que me regañara cuando llegue susurró Pía suspitrando levemente mientras tomaba con cuidado su cabello exprimiéndolo un poco para quitar el exceso de agua, trenzandolo para que no le estorbara um.... suspiró nuevamente, recargándose en uno de los pedestales del kyosko, si bien amaba los días de lluvia no le gustaba el estar estancada en un solo lugar sin nadie con quien charlar, cerro los ojos extendiendo su mano hacia el exterior mojando un poco esta, entonando una suave melodía que le habían enseñado cuando pequeña, sonriendo levemente al tener pequeños recuerdos de su niñez , después de un tiempo de estar divagando, algo llamó su atención, una figura a lo lejos se movía, al parecer hola? susurró a la vez que se acercaba lentamente a aquella figura un poco temerosa, pues no era muy ordinario encontrar figuras danzantes bajo la lluvia

Y el licano siguió bailando al son de aquella melodía, ¿Qué importaba el clima? ¿O siquiera el frío que se colaba desde su ropa húmeda a sus huesos que lentamente comenzaban a dolerle? No importaba porque sumido en su claro instinto de saciar cada pequeño deseo que nacía de su corazón, el muchacho estaba más que dispuesto a finalizar cada movimiento con incluso, su último aliento. Porque no le importaba ofrecer lo que tenía a cambio de tiempo inmerso en aquel sueño que le había capturado en tan irreal escenario.

Por supuesto los deseos, en la mayor parte de los casos nunca llegan a cumplirse pues, siempre existe un detonante que los arruinaba. De la misma forma ocurrió con él y su deseo de acabar aquel baile dedicado a nada más que a un insano sueño de bailar hasta morir congelado; cuando un “¿Hola?” llegó revoloteando hasta oídos de Anshou.

Se quedó inmediatamente quieto, estático; y solo la cabeza giró sin mover un solo musculo más. Y sus orbes buscaron con desgana al dueño de aquella voz hasta que, una figura pequeña y delicada comenzó a tomar forma debajo del torrente de agua que caía del enfurecido cielo. Provocando que el muchacho se riera escandaloso y por qué no, hasta un poco fuera de sí; hizo una pausa antes de girar el cuerpo hacia aquella figura, de forma brusca, tosca, sin un poco de elegancia y aún, la sutileza que había demostrado hasta momentos previos, había desaparecido- Tú -Habló con un tono de voz suave más frío y acusador; como si la persona a la que estaba dirigido le hubiera hecho el peor de los males- ¿Tienes idea de lo que acabas de hacer? -Recriminó agresivamente. Se acercó a grandes pasos hasta la muchacha, su porte en tonos agresivos bien pudiera haber advertido a más de uno que no se acercara o se retirara en todo caso pero en sus ocelos, transparentes como el propio cristal, se notaba sin embargo que estaba pasando un buen rato- Interrumpes mi momento de paz, pasas por sobre mi instinto y sobretodo, estas fuera en este clima horrible -Comentó finalmente tomando a la chica por el brazo, con rudeza- ¿Quién eres?